Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

miércoles, 4 de julio de 2012

La Malinche

De la infinidad de mujeres valerosas que han quedado solapadas en la historia por los hechos de los varones, Malinche es una de ellas. Su nombre primero fue Mallinalli y posteriormente fue bautizada por los españoles como Doña Marina. Sin la ayuda de esta inteligente mujer, a Hernán Cortés le hubiera costado conquistar México, ella actuó de interprete o “lengua”, entre aztecas y españoles.
Nació Coatzacoalcos (1502-1529) en la clase social alta. Dice Bernal del Castillo
 “…era gran cacica e hija de grandes caciques y señora de vasallos”.
El devenir de su historia comienza cuando siendo muy niña su madre la regala al cacique maya Tabscob, para que el hijo de su nuevo marido heredara el cacicazgo.[i]
Por este hecho Mallinalli adquiere el conocimiento de la lengua maya, además de la suya propia, el náhuatl. El 15 de mayo de 1519 es nuevamente regalada a Hernán Cortés, cuando este derrota a Tabscob   en la batalla de Centla. Los regalos ofrecidos a Cortés son “un presente en oro, que fueron cuatro diademas (…) trajeron mantas de las que ellos hacían que son muy vastas (…) veinte mujeres, y entre ellas una muy excelente, mujer que se dijo Doña Marina, que así se llamó de vuelta cristiana…[ii]
Cuando Hernán Cortés descubrió el contexto civilizado en el que se encontraba, prefirió la diplomacia y la negociación antes que las armas. El problema era el desconocimiento de la lengua, aunque las labores de traducción las hacía el fraile Jerónimo de Aguilar, que siendo prisionero de los mayas  aprendió su lengua y costumbres. Cortés no sabía hasta qué punto podía fiarse de las traducciones de una persona que no era hábil en el campo de la negociación y el convencimiento. “Sin palabras, sin lengua, sin discurso no habría empresa y sin empresa no había conquista[iii]
Malinalli gracias a su inteligencia y a la ayuda del fraile Aguilar aprendió pronto a desenvolverse con el nuevo idioma y Hernán Cortés la nombró “la lengua” encargada de lograr que lo que ella decía cobrara sentido en las mentes de los mexicas y de los españoles. Ante el propio Moctezuma tuvo que mostrar sus cualidades de traductora.
Doña Marina era una mujer apreciada y respetada por los españoles. Tuvo un hijo con Hernán Cortés llamado Martín y al que se considera el primero de una nueva raza, fusión de todas las razas y comienzo del nuevo México.
Durante algún tiempo,  Malinche fue acusada de traidora por entregar su patria a los extranjeros. En su favor hay que decir que por aquel entonces no existía un Estado, sino numerosas tribus enfrentadas entre sí, algo que por otra parte también facilitó la conquista, por no hablar de la creencia de los aztecas en una profecía, por la cual llegarían los enviados de los dioses, justo en el mismo punto donde aparecieron los españoles. Esta serie de circunstancias y otras muchas dieron lugar a un episodio de la historia donde siempre existirán controversias.


(Si tenéis unos veinte minutos podéis ver el  vídeo que incluyo y que aclara el tema un poco más.)


[i] BASAVE FERNÁNDEZ DEL VALLE, Agustín. Vocación y estilo de México. Fundamentos
de la mexicanidad. Noriega Limusa, México, 1990. Citado por A.M. Fernández Poncela en Malinalli: discursos y creación cultural.
[ii] Bernal Díaz del Catillo. Historia verdadera de la conquista de Nueva España- Cap. 15.

8 comentarios:

Arturo dijo...

Antonia:
Hace unos cuantos años veía una serie "Relaciones" se llamaba. En ella un señor, de lentes y calva testa, nos explicaba las razones que hacían al desarrollo de hechos históricos -básicamente avances tecnológicos- como el resultado de hechos previos imprescindibles.
En la conquista, se puso de manifiesto la gran diferencia en el avance tecnológico para el armamento, así como la idea de reinado consolidado versus tribus dispersas.
Los aborígenes estaban condenados de antemano y creo que eran conscientes de ellos; de allí que el personaje que nos toca actuó con inteligencia.
Hablar de traiciones es anteponer ideales utópicos a la realidad de ese momento. El mecanismo de conquista sigue siempre las mismas reglas, que sobre eso nadie tenga dudas.
Un abrazo.

Mari Carmen dijo...

Sí, conocía esta historia, si bien ahora la tengo más completa, por lo que aportas y tengo que manifestarte mi agradecimiento y admiración por tu tranajo tan interesante como arduo.
Es una gozada leerte, querida Antonia.
Un besote así de grande, miarmaaaa!!!!

Mari Carmen dijo...

(Disculpa la errata anterior, quise decir: trabajo).

Antonia dijo...

Los hechos históricos no se pueden valorar desde la perspectiva actual, creo que es Groce quien afirma que toda historia es historia contemporánea, es decir que dice más de la época en que vive el historiador que de la época en que escribe. De ahí que casi continuamente se esté investigando sobre reliquias del pasado. Cada pueblo, o cultura o estado, utiliza la Historia como más le conviene, además de los diversos métodos y teorías de investigación que existen, según los autores. Yo procuro comparar los hechos en diversos autores, aunque no por ello estoy en lo cierto. Para eso es el blog, para aportar opiniones como tú haces. Por ello te doy las gracias.
Un saludo cordial.

Antonia dijo...

Gracias Mari Carmen, siempre atenta a las publicaciones. Si puedes lee Malinche de Laura Esquivel, la misma autora de "Como agua para chocolate"
Un besazo.

Mari Carmen dijo...

Así pienso hacerlo. Ahora tenemos un poco de más tiempo para dedicarlo a estos asuntos, hasta que se presente alguna oportunidad de ir a playa, campig, etc.
Este verano se casa mi hijo y lo tendré difícil para eso, pero....pero...
Un besote.

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Antonia, me gustó tu enfoque del episodio de Malinche porque equilibras las versiones.

Me gustaron los comentarios que no radicalizan el relato histórico. La historia no se puede cambiar, pero subjetivizan su relato. Esto está ocurriendo en Argentina y otros países que elevan al Panteón de la Patria a personajes que no son ejemplares ni hicieron algo positivo por el país.

Los historiadores politizados en el populismo hablan mucho de los indios, pero hacen poco por ellos para mejorar sus vidas.

Gracias, Antonia, por tu visita a mi blog y tu emoción. Felicitaciones anticipadas para tu nieto/a que traerá la felicidad de la continuidad de la vida en la flia. y la ternurita de su presencia.

Besos.

Antonia dijo...

Gracias Marta Alicia. La Historia me apasiona pero detesto la manipulación que se hace de ella. Intento ver todas las versiones para ser un poco más objetiva pero nuestro bagaje nos impide reconocer los hechos como realmente fueron. Por eso la Historia se revisa cada cierto tiempo, para adaptarla al interés del momento.
Besos.