Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

domingo, 22 de mayo de 2011

Pero hay que seguir...

El feminismo ha muerto, pero las mujeres -cada una a su manera-, continuamos en la lucha por conseguir un mundo igualitario, cada cual podemos aportar nuestro granito de arena en este proyecto. Desde el trabajo, el cuidado a los demás, el estudio o la investigación...Una cosa no es más importante que otra y todas son necesarias.

Por tanto -a raíz del powerpoint abajo incluido- voy a seguir con este blog de contenido feminista, pero esta vez será para reivindicar las vidas de mujeres que debían estar en la HISTORIA, pero que en la selección realizada por eruditos, consideraron que estos nombres no eran merecedores de ninguna mención, ni que debieran ser ejemplo para otras mujeres, ni tan siquiera dignas de estudio.

Hay quizás demasiadas. Las historiadoras están desempolvando archivos en busca de ellas, con el fin de demostrar que somos el 50% de la humanidad y que la labor realizada por filosofas, pintoras, novelistas o cualquiera que sea su aportación, no puede caer en saco roto por muchos años que hayan transcurrido.





2 comentarios:

Ardilla dijo...

Los hombres temen a las mujeres y por ello desde la antiguedad han estado apartadas de la escena del mundo. Hemos sido creadas por y para actuar en el mismo ámbito que el sexo contrario. Salvo en algo que nos dignifica y nos hace singulares; la maternidad. Aún así los héroes hasta hace poco, siempre han sido masculinos y el dominio también. Hemos estado demasiado limitadas y nuestras facultades demasiado condicionadas a un sólo mundo; "el mundo doméstico".
La sorpresa para muchos es que la voz de la mujer y con ello su mensaje, va creciendo con el paso del tiempo, y lo que en un tiempo pasado era impensable e imposible para nosotras, ahora supone un gran paso para la evolución de las sociedades. A las mujeres hay que tomarlas en serio.
Tucídides pensaba que el cuerpo de la mujer de bien, así como su reputación, debían quedar bajo llave, sin salir jamás. Osea, que cuanto menos se hable de ellas mejor. Con estas y otras muchas premisas ¿qué podíamos esperar?

Antonia dijo...

Es verdad, los humanos estamos igualmente dotados para hacer las mismas cosas. Es asunto de la cultura el que la mujer quedara relegada al ámbito privado y el hombre al público. Por fortuna esto está cambiando y cada cual podrá elegir el lugar donde se encuentre más a gusto.
Creo que es necesario para una mejor convivencia entre ambos sexos, que a fin de cuentas es de lo que se trata.
Gracias por aportar tu opinión siempre tan meditada e interesante.