Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

martes, 19 de febrero de 2013

Igualdad real

Las mujeres continúan siendo asesinadas por sus compañeros sentimentales. Incluso los físicamente disminuidos se atreven con ellas, lo cual demuestra que este problema no es cuestión de fuerza física sino de ideas equivocadas, ideas machistas que a través de la educación  siguen arraigando en la mente de los niños. A pesar de las evidencias, se piensa que en nuestra sociedad reina la igualdad y la justicia entre sexos, y a veces ponemos resistencias para una educación o pensamiento igualitario. Esas resistencias se manifiestan en frases repetidas como: “no hay diferencias entre hombres y mujeres” o “somos diferentes por naturaleza”, “aquí esto no pasa”,  “las mujeres están discriminadas en otros lugares, pero no aquí”, “esto pasaba antes", "los hombres tienen la culta de todo", "las mujeres son las culpables porque educan a los hijos"... 
 Nos cuesta pensar que hemos estado discriminadas y hemos tenido que hacer renuncias, a pesar de la actual presencia femenina en casi todos los espacios. Pero podemos comprobar que el mundo laboral no es igualitario, los reconocimientos tampoco y las exigencias estéticas difieren claramente de ambos sexos.
Otra idea que a veces pensamos es que el machismo es igual que el feminismo, que son los dos extremos indeseables, pero eso demuestra que se ha profundizado muy poco en la historia del feminismo y que parte de la sociedad lo encuentra desacreditado.
Por otro lado el uso de un lenguaje no sexista es inapreciable en los medios de comunicación y en la vida cotidiana. En este aspecto, hombres de letras se muestran recelosos de su imposición en la sociedad y manifiestan su disconformidad con el cambio que puede producir un lenguaje no sexista. 
Pienso que aprovechando esta crisis económica y la modificación de ciertas bases establecidas en la sociedad se podría intentar cambiar algunos aspectos que hacen de nuestro mundo un lugar injusto.

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