Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Detrás de una gran mujer, suele haber un gran hombre



La vida de Sorolla no se entiende sin su mujer: Clotilde García del Castillo, a la que conoció siendo un niño. La obra del pintor está repleta de pinturas y dibujos dedicados a ella, como fuente de inspiración artística. En los sesenta años que permanecieron juntos, Sorolla nunca soportó muy bien las ausencias a las que obligaba su trabajo. Según consta en las cartas que le enviaba.

Clotilde era menuda  y esbelta. La mujer más retratada en la historia del arte. Cualquier ocasión era buena para conseguir su imagen: sentada, recostada, desnuda, en la playa, con sombrero…Incluso cuando los compromisos profesionales lo desbordaban, encontraba un remanso de paz reflejando su figura.

Ella se ocupa de todos los asuntos administrativos, sociales, y económicos. Atiende la correspondencia y a celebridades que se quieren poner en contacto con su marido: Alfonso XII, Unamuno, Ortega y Gasset…entre otros.


Existen cartas en las que el artista se expresa en estos términos: 

-“los hijos son los hijos (…) pero tú eres mi carne, mi vida y mi cerebro…”

-“Pintarte y amarte, eso es todo ¿Te parece poco?' 
 - "Ando cojo, me falta tu sereno juicio y tus apasionados besos. Dios quiera que algún día estas excursiones artísticas las hagamos siempre juntos."
 -"Sabes que mi mayor gusto es estar a tu lado, que no voy ni me gusta ir a ninguna parte si no es contigo, y en casa hasta me molesta que venga gente porque me privan de estar a tu lado en el estudio”.
“No entiendo esa manía que me ha entrado de no poder vivir sin los mios.”

La viuda del nieto del pintor, Beatriz Boyer reconoce en una entrevista publicada en un semanal que la relación entre el matrimonio siempre fue maravillosa a juzgar por la correspondencia. “Escribía a Clotilde cada día y le ponía flores en los sobres” a veces incluía dibujos de la gente que tenía alrededor y lo comentaba. Si las cartas con noticias de su familia tardaban, Sorolla  se desesperaba, tenía terror de que a su familia le ocurriera alguna desgracia.

 

Cuando la salud le falta, Clotilde lucha por su recuperación y solo se rinde cuando comprueba que no reacciona  a la luz de la Malvarrosa. Después ella se dedica a transformar en museo la que fue su hogar durante años.

Maternidad
Hasta octubre se puede visitar una exposición dedicada a Clotilde en el Museo Sorolla de Madrid o hacer una visita virtual muy interesante: http://museosorolla.mcu.es/ 
Otras fuentes:
Francoise Sabbah. El sueño de un maestro. XLSemanal, 8-Julio 2007.


4 comentarios:

** Maria del Mar ** dijo...

Estuve en Madrid hace poco y vi la exposición que comentas en el Museo Sorolla. Preciosa, como todo el museo. Se demuestra que ningún hombre es nada si no tiene una mujer a su lado, mientras que la mujer siempre es de gran valor por sí misma.

Antonia dijo...

Es lo que pretendo demostrar. En todos los tiempos ha habido mujeres valerosas, muestra obligación como humanistas, es investigar para dejarlas en el lugar que les corresponden y a la vez que sirvan de ejemplo para el resto de las mujeres. Yo simplemente intento aportar un granito de arena con estos escritos.
Gracias Maria del Mar por tu opinión. Un beso.

Sergio DS dijo...

Grande él, grande ella, el uno para el otro eran lo único.

Antonia dijo...

Así es, nadie por sí mismo se encumbra. Siempre hace falta alguien que le da su brazo, que le tiende la mano o que le presta su hombro. Cuando alguien alcanza éxito, debería figurar en su biografía todos lo que perecen a su paso y que por supuesto no figuran en ningún sitio.
Un saludo Sergio y gracias por tu comentario.