Conseguir la igualdad entre los sexos es tarea difícil, aunque no imposible. Con estos escritos intento equilibrar la balanza y reconocer los méritos de muchísimas mujeres a lo largo de la historia, a la vez que analizar de dónde proceden tales desigualdades y así entre todos, hombres y mujeres, mujeres y hombres, luchar por un mundo más justo.

sábado, 13 de abril de 2013

La escultora sevillana

Luisa Roldán,  “La Roldana” (1652-1704)
En la labor de selección histórica se omitieron nombres de mujeres que en su momento realizaron una labor equiparable a la de algunos hombres, cuyos nombres perduran a lo largo de los siglos. 
La Roldana ocupó el puesto de escultora real en la corte de Carlos I y Felipe V con lo que su maestría no queda en entredicho.Trabajó y aprendió en el taller de su padre y desde pequeña dio muestras de sus aptitudes como artista. Su padre Pedro Roldan era escultor de renombre en Sevilla y hasta su taller llegaban numerosos  encargos en los que Luisa trabaja, llegando a  solicitar  firmar sus trabajos. Se casa con un escultor mediocre, compañero del  taller y se independizan, aunque gracias a las manos y el talento de la escultora consiguen sobrevivir. Su marido se encarga de policromar las esculturas, pero es ella quién le da el hálito final. Tienen seis hijos  de los que sobreviven dos, aspecto que influirá en el ánimo de la artista.
En 1686 es reclamada en Cádiz donde el Cabildo Municipal le encargan dos esculturas de “San Servando” y “San Germán”. Adquiere tanta popularidad que se ve desbordada  de encargos y dos años más tarde se marchan a Madrid, bajo la protección de la ayuda de cámara del rey Carlos II. Allí solicita el puesto de escultora de cámara, presentando pequeños grupos escultóricos. Consigue ser seleccionada para este puesto de prestigio que supone un espaldarazo en su carrera.
            En 1692 hace la imagen de “Santa Clara” para el Convento de las Descalzas Reales y ya lo firma como escultora de cámara. Esta vez por encargo del rey realiza su “San Miguel con el diablo a los pies”, que se encuentra en el Escorial y en el que se autorretrata en la figura del arcángel, dejando la figura del diablo para representar a su marido, mediocre escultor y peor marido.  Ni que decir tiene la impresión que causó en todos los presentes cuando al destapar la obra, todos  reconocieron las caras de ambos en el grupo escultórico, dando pié a recordar la mala relación de la pareja.
Muchas de sus obras se pueden ver las procesiones de Sevilla, en Cádiz el Ecce Homo, la Virgen de la Leche en Santiago de Compostela...
Sería una larga lista que se va ampliando a medida que se restauran tallas del siglo XVII. La última conocida será La Virgen de la Estrella, adjudicada en un principio a Martínez Montañes y que según los expertos salió de las manos, o del taller de Luisa Roldan. (Según indico en la anterior entrada de este mismo blog:)

Y si resulta interesante el tema, se puede leer a Pilar Aristegui que hace una novela histórica documentada a cerca de la Roldana.